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Estudiantes del Colegio Cristiano de Quilpué visitaron la Escuela de Ingeniería Química

El pasado jueves 16 de mayo 19 estudiantes del Plan Diferenciado de Biología y Química del Colegio Cristiano de Quilpué, acompañados por los profesores Camila Zurita y Sebastián Melehuechun, visitaron las dependencias de la Escuela de Ingeniería Química para participar en los talleres de Tratamiento de Agua por Adsorción con Carbón Activado; Molienda, Clasificación y Flotación; y Mecánica de Rocas.

El primero de ellos, a cargo del profesor Dr. Rodrigo Ortiz y sus ayudantes, consistió en una actividad sobre el proceso de remoción de colorantes, utilizando carbón activado para lograr la adhesión del tinte líquido o residuo a la superficie del carbón. Este taller permitió, además, conocer la responsabilidad que tiene la industria textil en la contaminación de los océanos, siendo el cuidado del medio ambiente una de las principales preocupaciones de nuestra Universidad, quien destaca por su sello de sustentabilidad, tal como explicó el profesor Ortiz.

La segunda actividad consistió en un taller demostrativo de los procesos de chancado, molienda, clasificación y flotación, a cargo del profesor Dr. Álvaro Aracena, quien explicó el procesamiento y concentración del mineral a partir de la liberación de impurezas de una roca compuesta por sulfuro de cobre. La actividad se inició con una descripción del chancado, molienda y clasificación, procesos que permiten reducir a partículas pequeñas el material, a través de la conminución y posterior separación del mineral valioso (cobre) en porciones de partículas con propiedades más específicas que el original. Durante el proceso clasificación y separación, se destacaron también el tamizado del material a través de mallas Tyler, las que clasifican por calidad, y la clasificación por riffle que se realiza por cantidad.

Posteriormente, se explicó el proceso de flotación o concentración el cual, a partir del material finamente molido, realiza una adhesión selectiva de partículas minerales a burbujas de aire. Esto con el objetivo de separar el material valioso y obtener, finalmente, el concentrado de cobre con la consecutiva generación de relaves. En este sentido, también se dio a entender la reutilización del vital componente como lo es el agua, donde se recircula a los procesos de concentración, disminuyendo así el consumo excesivo de este componente.

Por último, los estudiantes visitaron el taller de Mecánica de Rocas, el único laboratorio práctico de la carrera de Ingeniería Civil de Minas, y donde su encargada de prácticas, Gissella Valle, realizó una breve descripción de su historia, instalaciones, equipamiento, tipos de muestras y ensayos que se llevan a cabo en el lugar. Durante la instancia, se llevaron a cabo dos tipos de experiencias donde los estudiantes tuvieron la oportunidad de participar, como fue el ensayo de carga puntual, el que permite clasificar la roca por su resistencia compresiva, y que se realiza rompiendo un trozo de material entre dos puntas cónicas de acero endurecido. La ventaja de este ensayo es que se puede realizar “in situ” y se rige por una normativa relativamente flexible.

Por otra parte, se realizó una demostración del ensayo de compresión simple, donde se comprime una probeta cilíndrica de roca, a través de una prensa hidráulica hasta que el material falla, provocando una “explosión”. El equipo de prensa hidráulica mide la resistencia máxima y la deformación que va teniendo la probeta.

A Máximo Fonseca, estudiante de 4to medio, le pareció una muy buena experiencia visitar la Escuela de Ingeniería Química “Me pareció increíble tener la posibilidad de asistir a los laboratorios y que te enseñen cómo trabajan en la Universidad y que, a la vez, nosotros podamos comenzar desde ya a interesarnos por algunas carreras. A mí me gusta mucho la astrofísica, pero después de esta experiencia creo que me inclinaré más por el ámbito de la química o de la metalurgia” sostuvo.

Cabe señalar que este es el segundo grupo de estudiantes del Colegio Cristiano de Quilpué que visita este año la Escuela de Ingeniería Química. Anteriormente, lo hicieron 23 estudiantes del Plan Diferenciado de Ciencias, quienes también participaron de las experiencias anteriormente mencionadas.

 

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