El pasado jueves 2 de mayo 23 estudiantes de 4to medio del Plan Diferenciado de Ciencias del Colegio Cristiano de Quilpué, visitaron la Escuela de Ingeniería Química para participar de los talleres de Tratamiento de Agua por Adsorción con Carbón Activado; Molienda, Clasificación y Flotación; y Mecánica de Rocas.

Durante la primera actividad, a cargo del profesor Rodrigo Ortiz y sus ayudantes, se realizó un taller de residuos líquidos, donde se utilizó carbón activado para llevar a cabo un proceso de remoción de colorantes, a través de la adhesión del tinte líquido o residuo a la superficie del carbón.

El segundo taller estuvo a cargo del profesor Álvaro Aracena con sus colaboradores, los alumnos Giuseppe Cademartori y Gustavo Navarrete. La actividad consistió en tres actividades demostrativas del ámbito de la metalurgia, como son Molienda, Clasificación y Flotación, donde se explicó el procesamiento y concentración del mineral. En este caso, se trabajó con la liberación de impurezas a partir de una roca de óxido de cobre, iniciando con la molienda y clasificación, procesos que permiten reducir a partículas pequeñas el material, a través de la conminución y, posterior separación del mineral valioso (cobre) en porciones de partículas con propiedades más específicas que el original. Posteriormente, se realizó una demostración del proceso de flotación o concentración el cual, a partir del material finamente molido, se realiza una adhesión selectiva de partículas minerales a burbujas de aire, esto con el objetivo de separar el material valioso y obtener finalmente el concentrado de cobre con la consecutiva generación de relaves.

El último taller fue impartido por la encargada de prácticas del Laboratorio de Mecánica de Rocas, Gissella Valle, quien explicó el funcionamiento y quehacer de dicho laboratorio, sus espacios, tipos de muestras que utilizan, equipamiento, y normas de seguridad, entre otros.  Además, se detallaron los tres tipos de ensayo que ahí se llevan a cabo; efectuando una demostración de dos de ellos, como es el ensayo de carga puntual, que permite clasificar la roca por su resistencia compresiva, y que se lleva a cabo rompiendo un trozo de roca entre dos puntas cónicas de acero endurecido. La ventaja de este ensayo es que se puede realizar “in situ” y se rige por una normativa relativamente flexible.

Por último, se realizó una demostración de un ensayo de compresión simple, donde se comprime una probeta cilíndrica de roca a través de una prensa hidráulica hasta que el material muestra falla o “explota”. El equipo de prensa hidráulica mide la resistencia máxima y la deformación que va teniendo la probeta. Este equipo registra los datos en el tiempo, entregando una base de datos extensa, que permite realizar, por ejemplo, una proyección del tipo de roca, la factibilidad de detonación y de construcción de un túnel, tipos de minerales que podemos encontrar, etc.; esto con el objetivo de realizar un análisis exhaustivo del material.

Para el estudiante Claudio López todas las experiencias fueron muy entretenidas, aunque asegura que la que más le llamó la atención fue la de Metalurgia. “El profesor era muy simpático y entretenido para explicar todos los procesos, de hecho, me hizo dudar con respecto a lo que quiero estudiar a futuro, ya que me gusta mucho el derecho, sin embargo, ahora me gustó también la Ingeniería Civil Metalúrgica”.

Por su parte, a Dariel Fernández le llamó mucho la atención el taller de Mecánica de Rocas, “Fue una experiencia muy interesante, la cual me hizo replantear mi opción a futuro, ya que mi interés va por el ámbito de la Ingeniería Comercial, pero ahora me gustó harto el área de la Ingeniería Civil de Minas”.